La producción de fiambres en ésta familia viene de la época de nuestros abuelos y sus padres, en España, ya allí ellos se dedicaban a la producción para autoconsumo de ciertos cortes típicos de la región.

Más tarde nuestros padres iniciaron el proceso de industrialización, llevando eso que era una escala muy pequeña y para consumo personal, hacia algo más grande y más masivo, logrando construir y habilitar un frigorífico en la Capital (tamaño esfuerzo) e iniciarse en la producción de chacinados a gran escala.

Hoy nuestro trabajo es mostrarles más de cerca todo ese mundo directamente a ustedes. Logrando llevarle al consumidor directo una propuesta gastronómica diferente, no habitual.

Seguimos produciendo de manera artesanal porque estamos convencidos que la utilización de harinas, proteínas, aditivos químicos, colorantes, emulsionantes y demás, no solo afecta y va en detrimento de la calidad del producto, sino que también (y más importante) afecta negativamente nuestra salud.

Podrán encontrar aquí abajo para descargar los permisos de habilitación de nuestro establecimiento para la producción de alimentos chacinados, y nuestra constancia de alta en la AFIP como responsable inscripto.

Trabajar con alimentos cuya producción es artesanal es muy diferente a trabajar en la industria, donde todos los productos son homogéneos y existe una única receta para todo. Aquí las cosas son diferentes y cada pieza tiene un tratamiento levemente distinto que requiere una atención dedicada y profesional para lograr el resultado óptimo esperado.

Las puertas de nuestra planta de producción siempre están abiertas a ustedes, y cuando gusten pueden solicitar ingresar (realizando los procesos de aseo pertinentes) y corroborar por ustedes mismos todo lo que aquí se detalla.

Es para nosotros un placer atenderlos, pero también es una enorme responsabilidad y hacerlo bien es nuestra forma de demostrárselos.

Familia Roncesvalles

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